miércoles, 15 de abril de 2009

El ritmo de los animales



Como estamos viendo en clase, los latidos del corazón impulsan la sangre por todo el cuerpo con el objetivo de que los nutrientes y el oxígeno puedan llegar hasta la última célula del organismo. El ritmo al que esto ocurre depende normalmente de las necesidades; en una situación de estrés, el corazón se acelera para que podamos disponer de más energía con la que emprender la huida, por ejemplo. Pero también depende del organismo. Los organismos más grandes tienen un metabolismo lento. Así, mientras que un ser humano tiene un ritmo de unas 75 pulsaciones por minuto en condiciones normales, un elefante puede tener unas 30 pulsaciones. Por otro lado, los organismos más pequeños, tienen un metabolismo muy rápido, de manera de que la demanda de oxígeno es mayor; de esta forma, una musaraña (el mamífero más pequeño que existe) tiene un ritmo cardíaco exagerado, llegando a las mil pulsaciones por minuto. Se puede decir que estos mamíferos viven la vida "con prisas"; no es casualidad que la vida media de una musaraña sea muy inferior a la de un elefante, de manera tal que, si hacemos cuentas, tanto elefante, como ser humano, como musaraña, sienten latir su corazón el mismo número de veces en su vida.

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